1 noviembre
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
HIMNO
Patriarcas que fuisteis la semilla
del árbol de la fe en siglos remotos,
al vencedor divino de la muerte
rogadle por nosotros.
Profetas que rasgaisteis inspirados
del porvenir el velo misterioso,
al que sacó la luz de las tinieblas
rogadle por nosotros.
Almas cándidas, santos Inocentes
que aumentáis de los ángeles el coro,
al que llamó a los niños a su lado
rogadle por nosotros.
Apóstoles, que echaisteis en el mundo
de la Iglesia el cimiento poderoso,
al que es de la verdad depositario
rogadle por nosotros.
Mártires que ganasteis vuestra palma
en la arena del circo, en sangre rojo,
al que es fuente de vida y hermosura
rogadle por nosotros.
Monjes que de la vida en el combate
pedisteis paz al claustro silencioso,
al que es iris de calma en las tormentas
rogadle por nosotros.
Doctores cuyas plumas nos legaron
de virtud y saber rico tesoro,
al que es raudal de ciencia inextingible
rogadle por nosotros.
Soldados del ejercito de Cristo,
santas y santos todos,
rogadle que perdone nuestras culpas
a aquel que vive y reina entre vosotros. Amén.
SALMODIA
Ant. 1 Vi una muchedumbre inmensa, que nadie
podría contar, de toda nación, de pie delante del
trono.
- Salmo 109 -
Oráculo del Señor a mi Señor:
"Siéntate a mi derecha,
y haré de tus enemigos
estrados de tus pies."
Desde Sión extenderá el Señor
el poder de tu cetro:
somete en la batalla a tus enemigos.
"Eres príncipe desde el día de tu nacimiento,
entre esplendores sagrados;
yo mismo te engendre, como rocío,
antes de la aurora."
El Señor lo a jurado y no se arrepiente:
" tú eres sacerdote eterno
según el rito Melquisedec."
El Señor a tu derecha, el día de su ira,
quebrantará a los reyes.
En su camino beberá del torrente,
por eso levantara la cabeza.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. 1 Vi una muchedumbre inmensa, que nadie
podría contar, de toda nación, de pie delante del
trono.
Ant. 2 Dios los sometió a prueba y los halló dignos de sí;
por eso recibirán de mano del Señor la corona real del honor.
- Salmo 115 -
Tenía fe, aun cuando dije:
" ¡Qué desgraciado soy!"
Yo decía en mi apuro:
"Los hombres son unos mentirosos."
¿Cómo pagaré al Señor
todo el bien que me ha hecho?
Alzaré la copa de la salvación,
invocando su nombre.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo.
Vale mucho a los ojos Señor
la vida de sus fieles.
Señor, yo soy tu siervo,
siervo tuyo, hijo de tu esclava:
rompiste mis cadenas.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
invocando tu nombre, Señor.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo,
en el atrio de la casa del Señor,
en medio de Ti. Jerusalén.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. 2 Dios los sometió a prueba y los halló dignos de sí;
por eso recibirán de mano del Señor la corona real del honor.
Ant. 3 Por tu sangre, Señor Dios, compraste hombres de
toda raza, lengua, pueblo y nación; y has hecho de
ellos para nuestro Dios un reino.
Cántico
Ap. 4,11; 5, 9-10. 12
Eres digno, Señor Dios nuestro, de recibir la gloria,
el honor y el poder,
porque tú has creado el universo;
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.
Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos,
porque fuiste degollado
y por tu sangre compraste para Dios
hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;
y has hecho de ellos para nuestro Dios
un reino de sacerdotes
y reinan sobre la tierra.
Digno es el cordero degollado
de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría,
la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. 3 Por tu sangre, Señor Dios, compraste hombres de
toda raza, lengua, pueblo y nación; y has hecho de
ellos para nuestro Dios un reino.
LECTURA BREVE
2Co 6, 16b; 7, 1
Nosotros somos templo de Dios vivo, como dijo
Dios: "Habitaré en medio de ellos y andaré entre
ellos; yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo." Así,
pues, hermanos, estando en posesión de estas prome-
sas, purifiquémonos de toda mancha de cuerpo y es-
píritu, y vayamos realizando el ideal de la santidad
en el temor de Dios.
RESPONSORIO BREVE
V. Santos y justos, alegraos en el Señor.
R. Santos y justos, alegraos en el Señor.
V. Dios os eligió como herencia suya.
R. Alegraos en el Señor.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Santos y justos, alegraos en el Señor.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. ¡Cuán glorioso es el reino en el que todos los santos
gozan con Cristo!; vestidos de túnicas blancas, siguen
siempre al Cordero.
Cántico de la Santísima Virgen María
Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes
por mí:
su nombre es santo
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
--como lo había prometido a nuestros padres--
en favor de Abraham y su descendencia
por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. ¡Cuán glorioso es el reino en el que todos los santos
gozan con Cristo!; vestidos de túnicas blancas, siguen
siempre al Cordero.
PRECES.
Dios todopoderoso y eterno, que nos concedes cele-
brar los méritos de todos los santos en una misma
solemnidad, te rogamos que, por las súplicas de tan
numerosos intercesores, nos concedas en abundancia
los dones que te pedimos. Por nuestro Señor Jesu-
Cristo, tu Hijo.
CONCLUSIÓN.
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal
y nos lleve a la vida eterna.
R, Amén.
Esta página fue digitalizada por
El Equipo de oficiodivino.com
oficiodivino@hotmail.com
En Twitter: @oficiodivinomx
En YouTube: oficiodivino
Si deseas ayudarnos:
[Tu ayuda]
2024
[Inicio]